Mi teléfono sonó… Y era esa voz que ansiaba escuchar desde hace mucho tiempo:
Él: Bin
Laden (Ese es el apodo que él me dio hace mucho tiempo atrás) Como estas?
Yo: Esperando
esta llamada hace mil años ¿Bien y
vos?
Él: Ando
cerca de tu casa, por ahí paso para que salgamos juntos, SOLO VOS Y YO. ¿Puedo
pasar?
Yo: Sin
querer dar un tono de felicidad por esa oferta
Ah! Ok pasa entonces, aquí espero por vos
Él: Dale
entonces hija, te quiero, un abrazo y un beso.
Yo: Igual padre,
yo también te quiero, y los abrazos y besos cuando vengas por mi te los doy...
Pero como
esta conversación telefónica se dio en un universo paralelo, hagamos de cuenta
y caso que nunca pasó en el mundo en el que estamos, que jamás llamo, y él
nunca llego.