jueves, 21 de noviembre de 2013

Mi introspección ...

Ya tenía rato de no escribir una entrada por acá y decidí éste año por fin participar en la dinámica del BlogsNi 2013 y hablar sobre mí identidad.

Para comenzar pienso que sólo soy una chavala de 24 años que aún no tiene definido el “¿Quién soy yo?” Pero bueno, para mí eso lo definimos día a día con todas las experiencias (y cagadas) que nos han pasado en el trascurso de esto que se llama vida.

Dice mi mamá que para saber quién es mí “yo mismo” debo comenzar a hacer una introspección y ver mí pasado y ver mí presente. Pues, ¿Qué les digo? Lo que recuerdo es que desde chavalita he sido bien independiente (demasiado para el gusto de mi mama). Siempre cuando salíamos a hacer mandados yo siempre caminada adelante, no me gustaba que me anduvieran de la mano o cuidando, a veces mí mamá se escondía para ver para dónde agarraba o sí me ponía como loca a buscarla (o a llorar) pero … NO! Yo sin saber para dónde iba nunca volvía a ver atrás ni me inmutaba a buscarla. Mi mamá se arrechaba y dice que hasta la fecha lo sigo haciendo y que nunca me ha gustado andar con ella y pues, sí es cierto. (Lo lamento mamá, nada personal, vos ya entiendes como soy yo).

Lo que sí recuerdo es que mi papá nos dejó cuando tenía más o menos 3 años. Yo estaba chill, pienso que en nuestra sociedad todos tenemos más de un amigo con padres separados pero, pues en mí caso,  ya a mis entrados veinte y tantos es que me han entrado la necesidad las ganas de compartir con mí papá pero pues, lamentablemente las visitas de mi papá siempre fueron esporádicas y nuestro tiempo a solas nunca fue bueno, me hubiera gustado saberlo aprovechar mejor pero, a como dicen: “El hubiera NO existe”.

Yo soy esa que desde septiembre decidíó cortar toda relación con su papá  porque no quise seguir alborotando mis demonios y amargarme o llorar. Mi mamá (la sicóloga) me ha ayudado a entender que mi resiliencia  (aunque me ha marcado la vida) la puedo sobrellevar y sacar provecho de ella y no ensimismarme en el hecho que mi papá me dejó botada que de eso nadie se ha muerto, al menos no nadie que yo conozca pero, a falta de uno, yo sé que mi pilar y columna vertebral es y SI EM PRE será: mi mamá.

Soy esa chavala que desde niñita siempre ha sido “chimbarona y hombrejona” que le ha gustado rodearse de la compañía de hombres y por eso la gente le decía a mi mamá que era machorra (jajaja) pero, a pesar de lo que la gente decía ella nunca les hizo caso porque mi mamá también ha sido así ( y dicen que ella era peor,  ella jugaba en la calle con los chavalos de la cuadra beisbol, trompo y chibolas con la camiseta amarrada a la cintura como chavalito jajaja) en fin, nada de eso afectó mi (o la de mi mamá) preferencia sexual. La gente es un cliché. Fin.

Soy esa que se ríe de nervios, se ríe cuando le duele algo, se ríe cuando la van a inyectar que a pesar de tener tatuajes odia las inyecciones, soy esa que odia usar tacones y vestidos pero que ya como adulta hay que buscar más seriedad en la vida y esas cosas son inevitables. Soy esa que  aprendió que con llorar no se gana nada pero que en ciertos momentos llorar, escribir y hablar limpian el alma y te ayudan a dejar atrás todo lo malo y a desatar los nudos que se nos hacen en la garganta de vez en cuando. Soy esa que a pesar de ser tosca y que a veces dice muchas caballadas aprendió a dar abrazos más seguidos, a decir te quiero con más frecuencia, aprendió a orar, meditar y hablar más con mi “yo mismo” soy la que aprendió a tener la mente más  abierta y aprender de buenas y malas experiencias. Soy esa que si puede ayudar a desconocidos, amigos o vecinos lo hace. En fin, todo eso soy yo. Mi “yo mismo” me dice que todos los días descubrimos algo nuevo de nosotros  pero, también me dice que tengo que buscar que hacer porque mi mamá no estará todo el tiempo para aguantarme mis malos y buenos genios todo el tiempo y el tiempo señoras y señores  pasa y contra ése nadie puede luchar.

En fin, soy  Bianca Félix, la que ahora se ríe más, llora más, abraza más y ama más.